Piso Color

Detrás de cada reforma, hay una lista de deseos.

En esta fueron:
“Un piso con color”.
“Una cocina abierta que se pueda cerrar”.
“Un gran dormitorio con vestidor”.

El piso existente de 4 habitaciones, aseo y baño presentaba el acceso desde la calle en un lateral, a continuación, un largo pasillo ofrecía primero el salón,
luego la cocina y continuaba alargándose en L hacia el resto de las estancias.

Mantuvimos esta estructura base, eso sí, dinamitando parte del largo pasillo para generar un único espacio sólo salón y cocina, sólo separadas por una
carpintería corredera de aluminio y vidrio transparente con guía oculta en el falso techo.

El aseo existente nos molestaba donde estaba situado, así que ese perímetro junto con la L del pasillo, se lo cedimos a la habitación para formar un único
lugar de dormitorio, baño y gran vestidor. Como por aquí nos encanta dejar pasar la luz natural hasta el último rincón, y tamizar la luz artificial, para el baño
proyectamos una caja de luz cerrada con paredes de vidrio extra – blanco.

Y para la piel interior de la vivienda, no queríamos acabados neutros, todo lo contrario, escogimos cerámicas y pinturas de colores y llenas de vitalidad.
En el baño – caja de luz- , revestimos todo el suelo y las zonas húmedas con un mosaico hexagonal rosa de Hisbalit, dejando la zona del lavabo con el mismo
mural de papel pintado que planteamos en el cabecero iluminado de la cama.

En el baño general, usamos un porcelánico de Vives efecto terrazo, combinado con baldosa alargada en mate y brillo de la misma casa, dejando como punto
de color protagonista el amarillo chillón del mueble de lavabo.

El color también está presente en las puertas del mobiliario de cocina, en tono rosa y verde claro, el mismo que elegimos para la pintura de paredes, puertas y
radiador de la zona de salón.

Esta reforma es un claro ejemplo de cómo usar el color en toda la vivienda para aportar a tu vida espacios con alegría y buen rollo.

Fotografía: Jorge Allende
3d: elipse 3d y Enola Azcorreta